miércoles, 20 de noviembre de 2013

Los caprichos de Gerard

Me duele de veras tener que llegar al punto de escribir unas líneas, no muy halagüeñas la verdad, en torno a la figura del central del FC Barcelona, Gerard Piqué. Mi intención no es otra que tratar de reflejar el estado de forma, físico y emocional que vive a día de hoy quien hace tres o cuatro años era considerado como el mejor central del mundo y que actualmente vive, siendo honestos, de rentas. De insuficientes rentas. Comencemos.

Debutando al más alto nivel de la mano de Sir Alex Ferguson y fogueado a fuego lento en Zaragoza, el barcelonista careció del protagonismo esperado en su segunda etapa en Old Trafford. Por ello, y con más de una discusión de por medio por mi parte con amigos varios, si hay una persona que apostó por el canterano fue Pep Guardiola. Cierto es que sin su efímero paso por Reino Unido y Zaragoza Piqué no habría hecho las maletas de regreso a la ciudad condal.

Pep dio el paso

Pero quien tuvo los "huevos", permítanme la expresión, de ponerlo como titular desde el primer momento en la temporada 2008-2009 en el Camp Nou sin un CV mayúsculo, con todo lo que ello implicaba, ése fue Pep, no otro, y, guste o no, él ha sido y será siempre su principal valedor, máxime con el ambiente crispado y convulso que se vivía por entonces en el seno del club tras dos temporadas aciagas en el ocaso de Rijkaard.

En total, aquella temporada Piqué jugo 45 partidos, casi nada, con actuaciones soberbias en Liga, Copa y Champions, como aquel gol en Chamartín que daba forma al set culé en aquél inolvidable e irrepetible 2-6.



Con Guardiola en el banquillo y Puyol como pareja de central y "hermano mayor", Gerard siempre estuvo vigilado y controlado en todo momento en su meteórica progresión, lo que le sirvió para ganarse el apodo de "Piquenbauer" en pos a su salida de balón, elegancia y muy buenas maneras.

Triplete antológico de clubes en mano y mundial histórico de selecciones un año más tarde en la buchaca, Piqué pasaba a ser, de forma unánime, el mejor central del mundo a sus 23 años.


Inoportuno noviazgo mediático

Meses más tarde, se confirmaba su noviazgo con Shakira, lo que era hacer oficial un secreto a voces conocido por todos. Más me duela, este hecho ha supuesto un antes y un después dañino en su carrera como futbolista.

En la última temporada con Guardiola en el banquillo y tras hartarse a ganar títulos en la época dorada, a Pep no le tembló la mano a la hora de sentarlo en el banquillo y dejarlo fuera de la convocatoria en repetidas ocasiones e incluso se llegó a rumorear y filtrar que una de las razones que llevaron al de Santpedor a poner fin a su ciclo como entrenador del FC Barcelona fue la actitud relajada, crecida, insultante y, por qué no, chulesca de varios de sus jugadores, con Gerard Piqué a la cabeza.

Joven, guapo y rico, Piqué no asimiló correctamente su momento triunfal y pasó a ser noticia paulatinamente por su vida privada y no precisamente por sus buenas actuaciones sobre el terreno de juego. La temporada pasada, con Tito en el banquillo virtualmente debido a su enfermedad, Gerard decidió unilateralmente acogerse a una "barra libre" vitalicia inexplicable que todavía perdura.

Rol actual inmerecido

Desde entonces, su rendimiento en el campo es, si no nefasto, mediocre e insultante para un club como el que representa. Fuera de forma, en estado de shock y dejadez permanente, Piqué lleva demasiado tiempo viéndose a sí mismo como uno de los pesados del vestuario y titular indiscutible dada la escasez de efectivos en el eje central durante los últimos años. La enfermedad y posterior salida de Abidal, las lesiones crónicas y permanentes de Puyol y la ayuda de Zubizarreta desde los despachos a la hora de no fichar se han traducido en cientos de minutos de más e inmerecidos y un rol equívoco de insustituible.

En la presente temporada, el comienzo de Piqué ha venido marcado por actuaciones mas que discretas y por momentos imperdonables camuflados por las soberbias paradas de Valdés. No ha sido hasta hace escasas fechas con la irrupción en el tapete del talentoso Bartra y la recuperación -toquemos madera- de Puyol cuando Gerard ha dejado de ser irreemplazable. Se adjuntan dos vídeos en los que uno se puede cerciorar de la lentitud y falta de concentración y compromiso que se desprenden de las actuaciones actuales del central.






En el gol de Rakitic encajado ante el Sevilla, la lentitud e indecisión a la hora de anticiparse son alarmantes mientras que en el tanto en propia puerta ante el Milán ese balón no es despejado no por mala suerte sino por una falta de concentración dantesca, innegable. En la temporada pasada, ante el Bayern Munich ya se marcó un gol en propia escandaloso, pero la actuación global del equipo en aquellas infaustas semifinales lo maquillaron.

La más dura realidad es que Piqué, sin Puyol, ha demostrado una inmadurez insultante y no ha sabido dar ese paso adelante para ser algo más que un gran central por momentos. Ni lidera ni transmite lo que de él se presuponía, a lo que se suma un estado físico paupérrimo que lo deja en evidencia con cada vez mayor frecuencia, sobre todo en las distancias cortas, donde se refleja una preocupante incapacidad para atajar las acometidas del rival.

Un tapete que no le corresponde

Pero no todo acaba aquí, no, lo más grave del asunto radica en el comportamiento poco profesional y nada ético que el barcelonés demuestra lejos de los terrenos de juego.

En los últimos tiempos a Piqué se la ha podido ver derrochando dinero en el Casino de Barcelona en los últimos años jugando al poker con asiduidad. Sin ir más lejos, el pasado mes de septiembre tuvo lugar en la ciudad condal una de las paradas del prestigioso y flamante torneo de poker, el European Poker Tour. En el mismo se pudo ver a Piqué "disfrazado" de jugador profesional, porque aunque lo intente aparentar a día de hoy no lo es.

La gravedad del asunto, a mi modo de ver, es que aquel evento coincidió con el partido de la selección española de fútbol ante Finlandia clasificatorio para el mundial en el que "casualmente" Piqué cumplía sanción por acumulación de tarjetas amarillas. Sólo les diré una cosa de la que estoy seguro, la fecha del torneo de poker era sabida  por todos de manera oficial desde hace varios meses. Saquen ustedes sus propias conclusiones.



La gota que colma el vaso es que el pasado fin de semana Pique fue "cazado" por unas jóvenes españolas en Londres. En las fotos, se puede apreciar al jugador del FC Barcelona paseando junto a Shakira y su hijo Milan por Hyde Park. Días antes había causado baja de nuevo con la selección, esta vez por problemas de pubis, problemas que no le impidieron coger una avión de ida y vuelta cuando lo más ético hubiese sido guardar reposo en Barcelona. Pero no fue así. Sigan sacando sus propias conclusiones.

Finalizaré mi exposición mostrándome muy defraudado por todos estos acontecimientos. Nadie se esperaba una evolución y comportamiento como el actual. Los caprichos de Gerard le han llevado a dejar de ser un futbolista modélico y sumamente respetado por el socio culé. De hecho, me cuentan que los pitos ya son una realidad y de no cambiar radicalmente la dinámica le seguiremos viendo quedar en entredicho, máxime ahora que Valdés está lesionado temporalmente y que pronto dejará de defender la portería del Camp Nou.















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