jueves, 23 de octubre de 2014

Mascherano, el jefecito nunca fue central

A menos de 48 horas para que el clásico eclipse España entera se empieza a hablar, y mucho, de las posibles alineaciones que presentarán sendas escuadras a su paso por el Santiago Bernabeu.

Mientras que en el entorno madridista se palpa que Carletto apostará por el mismo once que liquidó al Liverpool en Anfield en cuarenta y cinco minutos, son varias las incógnitas que se están focalizando sobre el plantel que alinee Lucho en su primer Madrid-Barça como entrenador. Busquets y Luis Suárez posibilitan diversas opciones entre las que elegir.

Salvo caída de última hora de la convocatoria del de Badía, lejos de su mejor versión por cierto desde hace demasiado tiempo, todo apunta a que Mathieu y Mascherano actuarán como centrales. Y digo actuarán porque ninguno de los dos son centrales, nunca lo han sido, si bien es cierto que al galo se le fichó para desempeñar ese rol este verano, guste o no. Pero eso ya es otro tema.

Me centraré en la figura del argentino. Mascherano no puede jugar más como central salvo en un escenario crítico repleto de bajas. Lo siento pero no. Es un crimen, un atropello innecesario. Simplemente, porque es un insulto al fútbol. Un insulto al ver cómo un excelso medio centro defensivo, pivote, ancla, cortafuegos, me es indiferente, queda retratado cada dos por tres condenado a una ruleta rusa que elige a su antojo llegar o no un segundo tarde a cada acometida que protagoniza el jefecito.

Vuelta a las andadas

Los fichajes del jugador francés y el inédito Vermaelen hacían presagiar que Masche no volvería a copar uno de los dos puestos de la defensa barcelonista. Piqué, ya lo hemos desenmascarado en este blog, Bartra, Mathieu y el belga parecían conformar cuatro opciones de garantías que liberasen a nuestro protagonista de exponerse a un calvario bastante frecuente, a un cara o cruz que no le corresponde, que le otorga coraza de héroe cuando acierta y rebaña el balón y lo condena sin embargo a pedir perdón ante los medios cuando llega tarde, acusa su falta de estatura o simplemente los delanteros top a los que se enfrentan se aprovechan de sus miserias tácticas en espacios reducidos.



Masche, en Wembley




Mascherano ganó en Wembley la Copa de Europa jugando como central, sí, lo vi con mis propios ojos, pero lo hizo porque por entonces no había alternativa, y lo hizo, sí, porque por entonces el FC Barcelona era un rodillo inmejorable que no dejaba respirar al rival y robaba con facilidad el balón en campo adverso. Igualito que ahora. Para Pep fue una necesidad, para Tito un buen parche y para el Tata fue su primera opción aludiendo que contaba en un primer momento con recuperar a Puyol. Lamentable e infame pero cierto.

Falta saber qué es Macherano para Luis Enrique, si bien todos los indicios y pistas que ha ido mostrando sobre el tapete hablan de desconfianza hacia Piqué y Bartra en partidos de primera línea como lo fue hace escasas semanas en el Parque de los Príncipes, escenario en que David Luiz supo ponerse el 9 a la espalda ante las lagunas tácticas dentro del área de Javier. Tanto el pasado martes como ante el Eibar Masche jugó en el centro del campo ante la baja de Busquets, mientras que ha jugado de central ante el Elche en la primera jornada, donde fue expulsado, Athletic de Bilbao, Levante y Granada. Cuatro de siete partidos posibles con rotaciones de por medio que no han sido más por lesiones.

Responsables con nombre y apellido

No me gustaría que este escrito se entendiera como el intento de desprestigiar al jefecito, por favor, no, siendo que es un ejemplo en cuanto a lo que significa la palabra compromiso. No es esa la intención, repito. Sí es la de denunciar una situación reversible, evitable y que recae tanto en la figura del incompetente de Andoni Zubizarreta (verano tras verano sigue sin llegar un central puro y top) como en la de Luis Enrique, el mismo que hace pocos años apostaría por Bartra en el segundo equipo y ahora lo ningunea con demasiada frecuencia y facilidad, Marc Bartra, el jugador al que todos sus entrenadores del primer equipo han alabado repetidamente y ninguno de ellos se ha atrevido a darle cinco partidos seguidos. Curioso.

Bartra sigue esperando


Volviendo al clásico, veo improbable, salvo otro recital de Messi, pescar en Chamartín si Mascherano no juega mañana como pivote, Más claro no puedo ser. Tanto si juega Busi como si no, Ha de jugar en los dos casos. Se ha de tejer una telaraña que permite robar balones y salir con espacios, si no a la contra, sí con desparpajo y verticalidad, insisto, verticalidad, y es ahí donde la figura de Rakitic es innegociable. Masche ha de rememorar su papel con Argentina en el pasado mundial, el de barrer y escobar con la tranquilidad de tener a dos tíos por detrás. Dos, no uno o ninguno. Dos.


Por no hablar de su importancia para cubrir la espalda de los dos laterales, Alba y Alves, proclives a descuidar su principal misión, que no es otra que defender. Me gustaría que contasen cuántos balones absurdos pierde el brasileño el sábado y cuántas jugadas de ataque horizontal, plano, mueren  en centros nefastos e impropios de un jugador que fue años atrás el mejor lateral gracias a un estado físico que ya no permite concesiones ni privilegios. Un jugador que nunca dominó la labor de centrar balones aéreos, nunca. Nadie ha sabido enseñarle.

Finalizaré esperando por parte de Luis Enrique un once titular de cara al sábado que no difiera mucho del protagonizado por Bravo, Alves, Masche, Mathieu, Alba, Busquets, Rakitic, Iniesta, Neymar, Leo y Luis Suárez, La entrada de Xavi en el 11 por Luis Suárez poblando así el centro del campo es la única alternativa que se antoja a priori previsible.

Se imaginan a Masche y Busquets juntos en la medular? Yo, pese a desearlo, no llego a imaginarlo. Y no será porque no insista en ello.




jueves, 11 de septiembre de 2014

Carles Aleña, el todocampista de la Masía

Fue en el año 2010 cuando lo vi por primera vez en uno de estos torneos nacionales de categoría alevín que se solían disputar en Brunete. En aquella edición, si no recuerdo mal, fue Estepona la sede del mencionado evento.

No era el más alto, ni el más fuerte -había varios jugadores de color imponentes- ni siquiera quien le pegase al balón con más potencia, no, ni mucho menos. Sin embargo, bajo esos rizos endiablados que emulaban al mismísimo Maradona se encontraba un niño que había tomado la decisión de ser futbolista. Su mirada y su desparpajo no eran acordes a las de un chaval de tan sólo 12 años. Hablamos de Carles Aleña. Si todavía no lo conocen, lo cual dudo, este es el momento.

Han pasado más de cuatro años, pero recuerdo como si fuera ayer la forma en que se ponía el brazalete, como arengaba a los suyos, como contagiaba las ganas por jugar bien al fútbol, la forma de conducir el esférico y soltarlo de primeras. Su verticalidad, su forma de definir.

Ya por entonces era un jugador modélico, con carisma, que encabezó la generación del 98 junto a Dani Morer, Ayoub, Dani Olmo...etc. Entre todos fueron capaces de derrotar en la final al Real Madrid de Antonio, Soti y Cedenilla en la tanda de penaltis en un partido que finalizó con empate a uno, siendo el gol blaugrana de Carles, quien a la postre sería el mejor jugador del Torneo con suma justicia y uno de los máximos realizadores.

Aleña, mejor jugador del Torneo de Estepona

Desde entonces hasta hoy, con alguna pequeña lesión inoportuna para el olvido, todo, absolutamente todo se ha convertido en una vorágine y en un carrusel de progresos y cambios meteóricos. El niño de Mataró se ha convertido en un adolescente de 16 años con una soberbia planta de futbolista y unos atributos técnicos demoledores. Durante estos años Carles no se ha cansado de ganar títulos y reconocimientos varios tanto a nivel grupal como individual. Sin ir más lejos en el año 2012, en edad infantil, fue el elegido a la hora de dar un discurso en la Ciudad Deportiva bajo la atenta mirada de Sandro Rosell convirtiéndose, si es que aún no lo era, en icono relevante de la Masia.

Carles, en su discurso


Un icono que en el año 2013, con 15 años, era llamado por Albert Celades para formar parte de la fase de clasificacion de la selección española sub-17, compitiendo contra jugadores sensiblemente mayores.

Con la roja


A día de hoy, y tras una temporada pasada sublime donde se hartó a destacar en numerosos torneos disputados, marcar goles y dar asistencias alternando categoría cadete y juvenil, Aleña es jugador del Juvenil B que dirige García Pimienta, Capitán de su equipo y de la selección española se ha convertido en el todocampista de la Masía por excelencia, un jugador precoz acostumbrado a jugar en categorías superiores sin inmutarse.

El pasado fin de semana me acerqué a Barcelona. Entre uno de los numerosos planes que quería hacer había subrayado con especial interés el de ir a la Ciudad Deportiva Joan Gamper. Era el momento de verlo jugar in situ, en directo. Quedé fascinado. Ya desde las gradas se vislumbraba la silueta de un futbolista en ciernes. Dos o tres desplazamientos de balón en largo eran suficientes para tener la certeza que el deseo de aquel niño de 12 años de ser futbolista del primer equipo del FC Barcelona seguía intacto, más fuerte y cimentado que nunca.


El partido ante el Mollet al que asistí, que terminó en victoria ajustada por 3-2 tras remontada incluida para los barcelonistas, me confirmó la mencionada condición de todocampista, de batuta infalible del jugador juvenil, quien aúna muchos de los valores necesarios en Can Barca: sacrificio, confianza, tesón y calidad, mucha calidad. Fueron varias las veces en las que el interior zurdo no dudó en tirarse al suelo en busca de un balón dividido, el mismo que se asoció con cada uno de sus compañeros devolviendo pases milimétricos al primer toque, el mismo que realizó numerosos cambios de orientación al pie con una exactitud que asusta, por no hablar de los automatismos adquiridos a la hora de conducir el balón, cambios de ritmo al iniciar una contra, soltar el balón a banda e incorporarse desde segunda línea en busca del famoso pase atrás...sencillamente brutal.






Si tuviese que compararlo con algún jugador en concreto conocido por todos sencillamente no podría, no hay un jugador similar como tal y eso habla muy bien de él. No hay mayor virtud a mi entender. Tiene rasgos de varios jugadores del primer equipo, la planta de Busi, el temple y los galones de Xavi, el cambio de ritmo y el último pase de Iniesta, la verticalidad y el gol de otro jugador que pasó por la Masía como lo es Cesc Fabregas. Y no nos olvidemos, Carles tiene llegada, pegada, va bien de cabeza y un gran disparo desde media/larga distancia.

Hace escasos días recibió la noticia de que ha sido inscrito en la prestigiosa competición europea creada la temporada pasada, UEFA Youth League, lo cual hace indicar a todas luces que esta temporada debutará en el primer equipo juvenil, un escalafón más en una progresión que si bien puede asustar no refleja más que las ganas por alcanzar una meta.

Ale y un servidor


Desde estás líneas me gustaría agradecerte el gesto que tuviste conmigo acercándote una vez concluido el partido y atendido a los medios. Poco queda más que decirte capitán que no sepas, sólo espero que sigas siendo tal y como eres, no pierdas nunca la humildad y las ganas de aprender. Es probable que lleguen momentos duros, complicados, debes estar preparado para ello. Sólo así alcanzarás todas las metas que te propongas. El sueño está mas cerca. Ya no es una utopía. Nunca lo fue.


domingo, 24 de agosto de 2014

Lucho, Rakitic y la necesidad de ganar (al menos) un título.

Luis Enrique comienza en menos de una hora el reto más grande de su vida, mayor incluso que el que protagonizó como jugador  cruzando el puente aéreo Madrid-Barcelona.

Desde hoy todas las miradas van a estar puestas en él, en él y en Messi, en él y en Neymar, pero siempre en él, siempre. Tras remodelar parcialmente, que no total, la plantilla dos años después de empezar a dar visos de mayúscula necesidad (algunos hablamos de ello en la temporada 2012-2013 pese a ganar la liga), Luis Enrique ha armado un gran equipo que con el permiso de Leo estará condicionado por el mayor o menor rendimiento de un jugador tan diferente como necesario a lo visto en Can Barça durante el último lustro.

Si señores, hablamos de Rakitic, el jugador que en la pretemporada ha sido más vertical que todo el centro del campo de temporadas pasadas, y el mismo jugador que ha chutado desde la frontal más veces que el repoker conformado por Busi-Xavi-Iniesta-Cesc-Sergi Roberto en los últimos años.



El croata es un jugador diferente, vital en las aspiraciones de los azulgrana a la hora de poder ganar títulos esta temporada, un jugador vertical, muy vertical y que a buen seguro que Luis Enrique le otorgará la batuta de la estrategía a balón parado. Al menos, así debería ser.

Luis Enrique triunfará o no en su regreso a la ciudad condal si es capaz de seguir siendo fiel a sí mismo a la hora de tomar decisiones. Hablemos claro. Veremos si es capaz de sentar a Piqué señalándolo y no especulando con meras rotaciones, está por ver si confía o no rotundamente en un jugador con hambre de ser parte de la historia del club de sus amores como lo es el canterano Marc Bartra.

Además, Lucho debe estar preparado para armar al equipo defensivamente a la altura de las circunstancias en partidos que así lo requieran. ¿Veremos a Masche y Busi juntos defendiendo el resultado de ida de una eliminatoria? Veremos señores, veremos, De la misma manera que el asturiano debe recuperar a  jugadores como Pedro, hundido por Martino, el propio Pique, caricatura de mal gusto, Neymar y sus lesiones absurdas, Messi y su renacimiento ansiado post-mundial.

Todo ello lo iremos viendo entre todos, el sanedrín blaugrana se apertura oficialente desde este momento. La temporada se atisba muy emocionante y esto empieza ya, sin el sancionado Luis Suárez pero con el adolescente Munir como inesperado protagonista junto a Rafinha. Fiel a sus orígenes brasileños, el canterano ha de demostrar que la sombra alargada de su hermano y su evitable salida no le marcará a él también.



A final de temporada valoraremos a Luis Enrique, conocedor de la Masía y de la idiosincrasia del club, el mismo que le exigió desde que estampó su firma al menos un título para reconocer su trabajo. No lograrlo sería un fracaso, Lucho es consciente de ello y es por ello por lo que desde Generación Naranjito somos claros, muy claros. Quizá demasiado.

No se le exige lograr un doblete o triplete, sería injusto, ni siquiera la Champions, desde luego que no, pero sí ser capaz de competir y recuperar valores perdidos. Ganar la Liga sería un buen comienzo, la Copa sería un mal menor, pero al menos se ha de lograr uno de ellos. Que así sea. Mimbres hay de sobras para ello, excusas, ninguna. Comenzamos.

viernes, 2 de mayo de 2014

Madrid 2009, el año que cambió mi vida

Quizás influya y mucho mi estancia el pasado fin de semana en la capital, quizás escuchar Vetusta Morla vista de nostalgia esta tarde destemplada de lunes y no ayude, pero ha sido inevitable recordar un sinfín de momentos de mi paso por Madrid hace cinco años.

Echo la vista atrás y no sé como ha podido pasar tanto tiempo, de verdad, no lo entiendo. Cinco años, casi nada. No anda equivocado mi padre cuando se atreve a definir el tiempo como el transcurso de momentos que se suceden hasta que volvemos a sintonizar con la puerta del Sol cada 31 de diciembre. Mediten sobre ello. Merece la pena hacerlo.

Llegué a Madrid al poco de estrenar febrero el calendario de 2009. Precedían ocho meses sabáticos en los que saboreé viajes inolvidables junto a buenos amigos, ocho meses que confirmaron a su vez decisiones laborales garrafales.

A priori llegaba para uno o dos días con el fin de realizar una entrevista sin fecha de incorporación predefinida. Mi amiga Elena se portó como una gran anfitriona. Ella era sabedora de mi reticencia a vivir en una ciudad como lo es Madrid. Lo sabía mucho tiempo atrás incluso, de ahí que intuyese a la perfección como introducirme en materia. Lo bordó. Supo calmar todos mis miedos y prejuicios, que no eran pocos. Desde aquí me gustaría darle las gracias porque supo aportarme esa dosis de calma y objetividad de la que muchas veces carezco.

El hecho es que dos o tres días más tarde, y con el mismo traje y dos camisas en la maleta modo Paco Martínez Soria ON -sólo faltaron los pollos y las gallinas, doy fe de ello- firmé un contrato por 6 meses con Línea Directa, mayormente conocido por el gracioso (para algunos): "tiri tiri tiri". Comenzaba una etapa que no deseaba empezar. Seis meses después lloraría amargamente de la misma manera que lo hago ahora recordándolo.

Ya con curro, contacté rápidamente con, por entonces, dos colegas de Empresariales a los que ya había puesto en canción días previos de mis intenciones en la capital: Jorsan y Goyo. Mentiría si dijese que no me sorprendió la hospitalidad con la que me acogieron porque, como he matizado, eran colegas. Recuerdo como si fuese ayer la cena de acogida que me brindaron en el Lateral de la calle Fuencarral junto a Juan(ito). En esos momentos empezaba a darme cuenta que todo lo que me esperaba se desarrollaría de una forma brutal, sin pausa alguna. Pableras pasaría a ser mi nombre de pila. 

Jorsan, postureo máximo

Goyo, en el medio, cremita en estado puro...


Las primeras semanas fueron una montaña rusa, una auténtica vorágine. Fiel a mi mismo y forma de ser, me mostré a los demás tal y como soy y empecé a conocer a gente, mucha gente. El ambiente en el curro era bestial, todo gente joven, abierta, mucha de Madrid y como no, gente de otras provincias.

Con prontitud hice migas con muchos de ellos y las cañas, quedadas y salidas con fiestas privadas se sucederían todos ello acompañado del ritmo verteginoso de mis cada vez más amigos Jorsan y Goyo, que seguían demostrándome que su acogedor recibimiento no era mera cortesía, sino todo lo contrario.

Juntos me destriparon muchos de los encantos de Madrid. Terrazas como Olavide están grabadas en mi retina. Lugares mítiquísimos como el Rotos, Rocablanca, la Nancy, Nells, Alfredos...son sólo algunos de los lugares donde pasamos inolvidables momentos. Lugares donde también conocí a Foski, un señor de bandera, y a Edu Cariñena "Suazos", caviar, entre otros. Las charradas, botellones y partidos en la Play que se gestaron en el salon del piso de Sagasta son un botín de un valor incalculable. Mi recuerdo es inmenso. Junto a mis dos grandes anfitriones y su extenso y brutal entorno viví experiencias y hazañas para el recuerdo.

Las semanas y los meses pasaron y sin darme cuenta me había acostumbrado a vivir en una ciudad de la que había despotricado y renegado siempre. Así porque sí, sin más. Cuando me quise dar cuenta estaba aclimatado a los placeres del ocio de la capital y al bullicio e incomodidad del transporte público. Por poner un ejemplo, si entraba a trabajar a las 8 am, aquél día el despertador sonaba a las 6 am. Muy tranquilo...

Madrid fue, es y será siempre un punto de inflexión en mi camino, un antes y un después, un descubrir y aprender contínuo en el que hubo una persona singular, especial, única, un crack mayúsculo que me enseñó mucho, una persona a la que extraño y echo mucho de menos.

El Barbas, mi socio, impartiendo lecciones...


Me enseño mucho, demasiado más bien, de la vida en general, del día a día, de aprender a valorar un cigarro y una caña juntos, de saber reírse de uno mismo, de ser más perro que niebla, de aceptarse uno a sí mismo tal y como es y valorarse como el que más. Aprendí y me doctoré en Madrid gracias a ti socio -es así como sólo él me llamaba y lo sigue haciendo en la distancia-, gracias a ti Barbas, buen amigo, la persona que casi me mata con la mirada el primer día de trabajo cuando osé a pedirle un boli y la misma persona que quería vivir conmigo seis meses después en Tres Cantos con una pizarra para contar nuestras venturas y desventuras..."Socio 3, Barbas 2", te acuerdas?

Un tio entrañable, de barrio, de Gggggetafe como diría él, el mismo que me dio a conocer a los Vetusta, el mismo que se tuvo que comer con patatas el mejor Barca de la historia y el mismo que cuando vino a verme a Zaragoza valoró los macarrones de mi padre como nadie nunca lo había hecho antes. Sus expresiones míticas como " de qué socio, de qué", " tu colega ese es muy fino" "si, si, si, si, me vale, me vale" son sólo algunas de las perlas con las que me deleitó. Mis amigos son sabedores de cómo se las gasta. Ribadesella también. Qué recuerdos.

Flower Power, riñonera mediante


Es imposible detallar todo lo que vivimos juntos. Han pasado los años, cinco, casi nada, y el Barbas, un tesoro y un manantial de sabiduría callejera, sigue estando ahí, a 300 kms. A nada más que eso. Zaragoza es tu casa de la misma manera que hiciste de Madrid la mía. Bien lo sabes.

Mariconadas al margen, llegó agosto y con él la vuelta a Zaragoza. Las expectativas laborales no se cumplían y económicamente era inviable continuar en Madrid a lo que se unía el hecho de haber encontrado trabajo en mi ciudad. Blanco y en botella pero no menos duro. Sé que estuve de primeras algo irritable. Mi Erasmus concluía y llegaba a su fín. Lógico por otra parte.

Madrid, allí conocí a María.


Y aunque fue en Zaragoza donde comencé a salir con María en diciembre de aquel año, tuvo que ser en Madrid, concretamente en los aledaños del Santiago Bernabeu, donde la conocí y vi esos ojos por primera vez. Nunca me olvidaría de ellos. Y al respirar...




viernes, 21 de febrero de 2014

Demichelis, pecado capital de Pellegrini

Se viene hablando mucho en el postpartido del pasado martes entre el City y el FC Barcelona de la influencia del colegiado en el devenir del partido. El polémico penalti a Messi, que aún siendo dudoso dependiendo de la toma parece ser más falta que pena máxima, ha sido la excusa perfecta para que Pellegrini tuviese algo a qué agarrarse, algo que tapase sus nefastos y reiterados errores al frente de los citizens en las últimas semanas. Me explicaré.

Pellegrini, errores de bulto



El partido de ida de los octavos de final de la Champions League, a mi modo de ver, no lo ganó el FC Barcelona en pos a un fútbol brillante e incisivo, lo perdió el técnico chileno con su planteamiento. Por varios motivos además. El primero de ellos por adoptar una actitud cobarde y timorata en el inicio del partido concediendo a su rival tanto el balón como la placentera sensación de ser respetado, alabado incluso. Al Barcelona no se le puede conceder una alfombra para bailar sobre ella. Si a algo debía agarrarse el equipo residente en el Etihad Stadium era a un inicio demoledor, asfixiante, que propiciase los errores de la zaga culé, algo nada descabellado por otra parte.

El segundo error, y no menos grave, alinear de titular a Martín Demichelis. Con todos mis respetos no es lo mismo jugar en el Málaga que en el City. Pellegrini, como muchos otros entrenadores tendentes a arrastrar consigo a jugadores ya conocidos y degustados, se equivocó drásticamente al fichar al argentino. Estamos hablando de un jugador camino de los 34 años que, para bien o para mal, ya ha dado al fútbol lo mucho o poco que podía ofrecer.

Dentro o fuera, una entrada desmedida
La acción de la falta por detrás a Messi, al margen de ser una clarísima tarjeta roja, demuestra las carencias físicas y de sentido común futbolístico del veterano central a día de hoy. Pero la culpa no la tiene sólo él, desde luego que no. Es su entrenador quién apostó por él, el mismo que semanas atrás "insulto" a su afición al situarlo como pivote defensivo junto a Yaya Toure ante el Chelsea de José Mourinho en partido de Premier League. El inadvertido Rodwell se quedaría en el banquillo aquella tarde. Una más. No sé para qué lo ficharon, visto lo visto.

Como no podía ser de otra manera, los blues aprovecharon semejante concesión llevándose los tres puntos de un hasta entonces fortín inexpugnable. En el vídeo que se incorpora se puede apreciar como en el decisivo gol de Branislav Ivanovic no se visualiza con certeza hasta el segundo 56 la figura de Demichelis en la imagen. Lejos de acompañar en la frontal al costamarfileño imposibilitando el remate desde segunda línea, su deber en esa jugada, se queda descolgado en el flanco derecho de la zaga local. Tan incomprensible como imperdonable.




De esta manera, a un servidor le resulta inconcebible como en un plantel con jugadores de la talla de Agüero, Toure, Silva, Negredo, Nasri, Navas...etc, puede haber cabida como acompañante de Kompany en el eje central de la defensa para Demichelis. El error es un atropello al fútbol, pero sobre todo para el aficionado del Manchester City, que ve como se ficha sin criterio y talento alguno pagando cifras desorbitadas en demasiadas ocasiones.

Robinho conllevó un desembolso cercano a los 40 MM, Jo (pocos se acuerdan de él) 23 MM, De Jong 18 MM, Tevez y Adebayor casi 30 MM cada uno, Dzeko 37 MM, Balotelli 29 MM y Javi García costó al menos 20 MM. La lista, como pueden ver, es amplia y variopinta. Son sólo ejemplos de fichajes realizados a golpe de talonario y que por a o por b no han llegado a cuajar.

Si algo necesita el City es un portero fiable y un central de pleno rendimiento junto al belga Kompany además de un medio de perfil defensivo que pueda suplir cuando la ocasión lo requiera a Fernandinho, tal y como ha sucedido recientemente, ya que al parecer hay jugadores que no cuentan. Varios de ellos ingleses por cierto.

Finalizaré mi escrito con un tercer error claro de Manuel Pellegrini. En el minuto 23 del partido, Kolarov lograba la amarilla para Dani Alves tras hacerle varios trajes durante el primer acto. El técnico del conjunto inglés debió centrar todos sus esfuerzos en echarlo del partido. No es que no lo consiguiese, lo cual es evidente, sino que ni se lo llegó a plantear. Sonrojante.

Un lateral que cada vez defiende menos


El brasileño será recordado por su importantísimo gol en el minuto 90 que suponía el 0-2, de ahí su vitola de falso héroe siendo incluso comparado con el tanto de Belleti, acojonante el tema, pero la realidad no esconde que el lateral azulgrana cada día defiende peor, pierde más balones absurdos por falta de concentración y sólo un ciego no ve que ni es preciso en sus centros ni aporta la seguridad requerida en labores defensivas que el equipo precisa. Aún no sé si jugó de lateral derecho o extremo, porque al único que vi defendiendo fue a Pique, salvándole con excesiva frecuencia el pellejo.

Sé que puedo pecar de no ser objetivo con el jugador brasileño, lo cual está ahí y no escondo, cierto es, pero este equipo será zarandeado tarde o temprano si no corrige lo antes posible sus carencias defensivas por el costado derecho, máxime cuando en la otra banda encontramos a Alba, otro que no deja de subir. Ahí dejo este apunte, espero no tener que acordarme de él ni sacarlo a la luz de nuevo. Me temo que no será así. De la misma manera que espero que Alves deje al menos 20 millones de euros en las arcas del club blaugrana, tan dado a malvender y/o regalar a sus jugadores.









lunes, 17 de febrero de 2014

La hora de Cesc, ¿quién si no..?

Vuelve la Champions League mañana. Vuelve la magia de las grandes noches europeas. Bajo el telón, aguarda, un brutal enfrentamiento de octavos de final a cara de perro: Manchester City vs FC Barcelona, uno de esos partidos en el que el espectador imparcial no quiere que se acaben nunca. 

El envite llega en un momento disfrazado de punto de inflexión para los blaugrana tras su aparente recuperación liguera -así lo propuso el Rayo- a lo que se añade la clasificación para la disputa de una nueva final de Copa del Rey.

Llevo varios días pensando en el partido de mañana. Como es habitual, he tratado de intuir el posible 11 que el Tata confeccionará para la ocasión. Las escasas rotaciones en Liga el pasado sábado dan lugar a suspicacias varias, pero creo que el técnico argentino dispondrá de los mismos once jugadores que empataron en San Sebastián con la variante obligada de la portería, es decir, Gerardo Martino se encomendará a Busi, Xavi, Cesc, Iniesta, Messi y Pedro con el fin de custodiar el balón y que el rival, de paso, ni lo huela. Veremos...
                  

Yaya Toure, el error de Pep
Errores del pasado

Recuerdo con impotencia el infausto partido ante el mediocre Inter de Milan de hace cuatro temporadas donde el FC Barcelona, entre otras razones, perdió por 3-1 por no incrustar a Yaya Touré en la medular junto a Sergio Busquets. Craso error el de Pep, uno de los pocos que cometió. Mañana, no sólo no podrá alinear al marfileño sino que encima lo sufrirá en sus propias carnes como rival junto al "recién" recuperado Fernandinho. Llámenme cochero, llámenme como ustedes quieran, pero mañana lo que prima es evitar un partido de ida y vuelta donde el equipo español tiene todas las de perder, principalmente porque defensivamente sigue sin estar a la altura de las circunstancias.

Por eso, por eso mismo, creo que mañana Alex Song, con sus limitaciones evidentes y visibles por todos, debería escoltar y custodiar la sala de maquinas de un equipo sabedor de que en el año 2010 y en el 2012 se esfumaron sendas ocasiones de oro para hacer historia y sumar la quinta y, por qué no, sexta orejuda. Oportunidades desperdiciadas que ya no volverán tan tan fácilmente nostalgia al margen.

Ahora, varios años más tarde, y con el mismo bloque por bandera con un físico y un depósito de gasolina a la deriva, ya no vale sólo con tocar y tocar. No señores, ya no vale. Seamos realistas, Este equipo, para optar a ganar títulos, lo cual pongo más que en entredicho más me duela, debe aferrarse a empezar los partidos inspirado, finalizar las jugadas que sólo él no finaliza con demasiada frecuencia y, sobre todo, a no desperdiciar las ocasiones de las que disponga, circunstancia muy habitual en el conjunto catalán en los últimos años en momentos clave.



Prueba de ello, incorporo un vídeo con los mejores momentos de la ida de las semifinales de la Champions League del año 2012, donde el Chelsea acabaría ganando por 1-0 tras 90 minutos repletos de ocasiones malogradas. Aquella noche, fatídica, no se hubiera perforado la meta de Cech ni aunque el partido hubiese durado 300 minutos. Así es el fútbol. Caprichoso y cruel en el momento más inoportuno.

A buen seguro que Francesc Fábregas recuerda aquél encuentro en el que desperdicio en una sola parte tres ocasiones manifiestas de gol, recibiendo no menos críticas por ello a la postre, la mayoría de ellas injustas como el tiempo se está encargando de demostrar. Junto a él, Alexis tuvo dos oportunidades más, travesaño incluido, a las que se sumarían las de Pedro, otro palo, Messi y Puyol. Increíble pero cierto.

Referente Cesc Fabregas

Retomo la figura de Cesc. Aquel partido ha marcado la carrera del de Arenys de Mar junto a la final de París del 2006 con el Arsenal. Ya son dos las oportunidades que se le han esfumado, y quien sabe si el futuro le aguardará una tercera. Para acceder a ella, el partido de mañana es una oportunidad de oro para él. Para dejar de ser recordado como alguien errático en partidos clave del FC Barcelona y para empezar a ser valorado y respetado como lo merece desde hace no poco tiempo. Como campeón de Europa y del Mundo con la roja y como, a día de hoy, el futbolista más en forma de su equipo. Y como lo más importante, como el presente y futuro más inmediato de su equipo.

Un estado de forma incuestionable
Sus números están ahí, 12 goles y 16 asistencias en 34 partidos con el ultimo tercio de temporada por disputar todavía.

Por eso, finalizó mi propuesta proyectando una idea concisa y sencilla. Gerardo Martino debe encontrar la fórmula que asegure y canalice el grueso de las jugadas de ataque en las botas de Cesc. Él mejor que nadie se entiende con Leo Messi y el más que nadie presenta un apetito voraz hacia el único título que se le resiste. Es la hora de Cesc, ¿quién si no?


domingo, 2 de febrero de 2014

Luis supo apartar a las ratas del camino

Hace escasas horas que el fútbol español ha sufrido una de las pérdidas más traumáticas que se recuerdan en los últimos años. Nos ha dejado el sabio de Hortaleza, el padre de todos, el para algunos incluso abuelo, la persona que apartó a las ratas del camino, a todo ese amplio, reconocido y nocivo sector que no hacía nada más que atizar y soltar mierda cada vez que se acercaba un evento de tal magnitud como lo es una Eurocopa y un Mundial.

Ese gesto tan característico.



Luis era distinto, no se dejaba intimidar ni influenciar por nadie. Que se lo pregunten a Eto'o, a Reyes, incluso a uno de sus elegidos, Fernando Torres. Capaz de llamar jetas a sus jugadores al mismo tiempo que motivaba a los suyos. Luis era distinto, insisto, diferente a los demás.

Vicente del Bosque cogió las riendas de un equipo ya hecho, ganador y lo ha sabido mantener, otra gesta desde luego, pero el actor principal es y será Luis. El cogió a una selección en descomposición y tocó fondo con ella en octavos de final en el mundial de Alemania del año 2006. Y él y sólo él la rehizo y la convirtió en la envidia de toda Europa.




Los tabloides y las ratas daban por hecho su adiós al frente del combinado nacional pero Aragonés decidió continuar soportando infamias, calumnias y descalificaciones varias fueras de lugar hacia su figura e incluso su persona. La carga que tuvo que soportar, lejos de hundirle y amilanarle, le hizo todavía más fuerte, más seguro de sí mismo. Implacable. El vídeo que se incorpora previo a este párrafo es un ejemplo de ello. Alfonso Azuara sufrió en sus propias carnes como se las gastaba nuestro protagonista. Las ratas se iban apartando del camino.

Con la Eurocopa de Austria y Suiza a menos de dos años vista, la meta hasta entonces siempre fue vislumbrar la manera de rodear el balón de solistas, de jugadores diferentes, endebles físicamente pero maestros de ceremonia a la hora de proteger y mimar la pelota. Por eso se aferró a la batuta de Xavi y en torno a él aunó a un grupo de excelsos futbolistas entre los que destacaban Senna, Xabi Alonso, Andrés Iniesta, David Silva, Cesc Fabregas y compañía.

Sin embargo, su mayor conquista fue la de certificar el relevo y otorgar el 7 de España a David Villa, hasta entonces un notable delantero y a día de hoy máximo goleador de la selección nacional con 56 dianas, hecho que aún tiene más mérito si por el camino se perdió la pasada Eurocopa del 2012 por una grave lesión. Sobran las palabras. El acierto fue espectacular.

Villa, una Eurocopa inolvidable.


El relevo, sin embargo, no fue fácil. En el camino se quedaba Rául González Blanco, mito del madridismo que sin embargo veía como sus momentos de gloria y su indiscutible entrega no eran suficientes para no caer desbancados de la lista de elegidos. Luis lo apartó de forma irrevocable. La prensa y las ratas, como no podía ser de otra manera, se volcaron con el ex 7 hasta el último momento pero el seleccionador hacía ya tiempo que había tomado la decisión.

Raúl no jugaría aquella Eurocopa ni, a la postre, volvería a vestir la elástica de su país nunca más. El resultado ya lo saben todos ustedes. España sería campeona de Europa ofreciendo al espectador diversas y variadas obras de arte, partidos de mucho más de 90 minutos. Aquellos encuentros no debieron terminar nunca. Años más tarde, la herencia dejada se traduciría en un Mundial soñado y en la confirmación de una época dorada con una nueva Eurocopa.

Se adjunta vídeo en el que se aprecian las charlas del seleccionador a los suyos. Impresionante.



Desde mi rincón, desde Generación Naranjito, mi más sincero reconocimiento hacia tu figura y persona. Gracias Luis, gracias por ser siempre tú mismo, fiel a tus ideas y principios y gracias de todo corazón por tomar tus propias decisiones y no dejarte influenciar por nada ni por nadie. Tú y sólo tú supiste apartar a las ratas del camino.

Y ganar, y ganar, y ganar, y ganar y ganar... Descanse en paz.