viernes, 21 de febrero de 2014

Demichelis, pecado capital de Pellegrini

Se viene hablando mucho en el postpartido del pasado martes entre el City y el FC Barcelona de la influencia del colegiado en el devenir del partido. El polémico penalti a Messi, que aún siendo dudoso dependiendo de la toma parece ser más falta que pena máxima, ha sido la excusa perfecta para que Pellegrini tuviese algo a qué agarrarse, algo que tapase sus nefastos y reiterados errores al frente de los citizens en las últimas semanas. Me explicaré.

Pellegrini, errores de bulto



El partido de ida de los octavos de final de la Champions League, a mi modo de ver, no lo ganó el FC Barcelona en pos a un fútbol brillante e incisivo, lo perdió el técnico chileno con su planteamiento. Por varios motivos además. El primero de ellos por adoptar una actitud cobarde y timorata en el inicio del partido concediendo a su rival tanto el balón como la placentera sensación de ser respetado, alabado incluso. Al Barcelona no se le puede conceder una alfombra para bailar sobre ella. Si a algo debía agarrarse el equipo residente en el Etihad Stadium era a un inicio demoledor, asfixiante, que propiciase los errores de la zaga culé, algo nada descabellado por otra parte.

El segundo error, y no menos grave, alinear de titular a Martín Demichelis. Con todos mis respetos no es lo mismo jugar en el Málaga que en el City. Pellegrini, como muchos otros entrenadores tendentes a arrastrar consigo a jugadores ya conocidos y degustados, se equivocó drásticamente al fichar al argentino. Estamos hablando de un jugador camino de los 34 años que, para bien o para mal, ya ha dado al fútbol lo mucho o poco que podía ofrecer.

Dentro o fuera, una entrada desmedida
La acción de la falta por detrás a Messi, al margen de ser una clarísima tarjeta roja, demuestra las carencias físicas y de sentido común futbolístico del veterano central a día de hoy. Pero la culpa no la tiene sólo él, desde luego que no. Es su entrenador quién apostó por él, el mismo que semanas atrás "insulto" a su afición al situarlo como pivote defensivo junto a Yaya Toure ante el Chelsea de José Mourinho en partido de Premier League. El inadvertido Rodwell se quedaría en el banquillo aquella tarde. Una más. No sé para qué lo ficharon, visto lo visto.

Como no podía ser de otra manera, los blues aprovecharon semejante concesión llevándose los tres puntos de un hasta entonces fortín inexpugnable. En el vídeo que se incorpora se puede apreciar como en el decisivo gol de Branislav Ivanovic no se visualiza con certeza hasta el segundo 56 la figura de Demichelis en la imagen. Lejos de acompañar en la frontal al costamarfileño imposibilitando el remate desde segunda línea, su deber en esa jugada, se queda descolgado en el flanco derecho de la zaga local. Tan incomprensible como imperdonable.




De esta manera, a un servidor le resulta inconcebible como en un plantel con jugadores de la talla de Agüero, Toure, Silva, Negredo, Nasri, Navas...etc, puede haber cabida como acompañante de Kompany en el eje central de la defensa para Demichelis. El error es un atropello al fútbol, pero sobre todo para el aficionado del Manchester City, que ve como se ficha sin criterio y talento alguno pagando cifras desorbitadas en demasiadas ocasiones.

Robinho conllevó un desembolso cercano a los 40 MM, Jo (pocos se acuerdan de él) 23 MM, De Jong 18 MM, Tevez y Adebayor casi 30 MM cada uno, Dzeko 37 MM, Balotelli 29 MM y Javi García costó al menos 20 MM. La lista, como pueden ver, es amplia y variopinta. Son sólo ejemplos de fichajes realizados a golpe de talonario y que por a o por b no han llegado a cuajar.

Si algo necesita el City es un portero fiable y un central de pleno rendimiento junto al belga Kompany además de un medio de perfil defensivo que pueda suplir cuando la ocasión lo requiera a Fernandinho, tal y como ha sucedido recientemente, ya que al parecer hay jugadores que no cuentan. Varios de ellos ingleses por cierto.

Finalizaré mi escrito con un tercer error claro de Manuel Pellegrini. En el minuto 23 del partido, Kolarov lograba la amarilla para Dani Alves tras hacerle varios trajes durante el primer acto. El técnico del conjunto inglés debió centrar todos sus esfuerzos en echarlo del partido. No es que no lo consiguiese, lo cual es evidente, sino que ni se lo llegó a plantear. Sonrojante.

Un lateral que cada vez defiende menos


El brasileño será recordado por su importantísimo gol en el minuto 90 que suponía el 0-2, de ahí su vitola de falso héroe siendo incluso comparado con el tanto de Belleti, acojonante el tema, pero la realidad no esconde que el lateral azulgrana cada día defiende peor, pierde más balones absurdos por falta de concentración y sólo un ciego no ve que ni es preciso en sus centros ni aporta la seguridad requerida en labores defensivas que el equipo precisa. Aún no sé si jugó de lateral derecho o extremo, porque al único que vi defendiendo fue a Pique, salvándole con excesiva frecuencia el pellejo.

Sé que puedo pecar de no ser objetivo con el jugador brasileño, lo cual está ahí y no escondo, cierto es, pero este equipo será zarandeado tarde o temprano si no corrige lo antes posible sus carencias defensivas por el costado derecho, máxime cuando en la otra banda encontramos a Alba, otro que no deja de subir. Ahí dejo este apunte, espero no tener que acordarme de él ni sacarlo a la luz de nuevo. Me temo que no será así. De la misma manera que espero que Alves deje al menos 20 millones de euros en las arcas del club blaugrana, tan dado a malvender y/o regalar a sus jugadores.









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